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Las 5 lesiones más comunes en los deportistas

Hacer deporte nos gusta porque nos hace sentir bien, porque queremos bajar de peso, porque nos hemos marcado algún objetivo o meta, por una apuesta y simplemente hacemos deporte por el placer de hacer deporte. Y es que no solo ayuda a la mente a estar más tranquila, relajada y creativa, es que nos ayuda a nivel corporal a sentirnos un poco mejor, pero como en todo, hacer deporte de manera incorrecta puede llevar a provocar lesiones. Luego hay personas que se dedican profesionalmente a la práctica deportiva, lo que puede generar una serie de lesiones.

Te contamos las 5 más comunes.

 

Problemas en los ligamentos, que son los responsables de unir los huesos entre ellos en el seno de una articulación. Son un tejido fibroso muy homogéneo y de gran resistencia que nos ayudan a estabilizarnos y a evitar que suframos una dislocación. Cuando este tejido se estira demasiado puede perder elasticidad o en el peor de los casos, romperse. Una de las lesiones más comunes de los futbolistas y de los que practican snowboard es la de los ligamentos cruzados.

Fractura de huesos. ¿Quién no se ha roto un hueso alguna vez en su vida? Una caída sería el caso con más probabilidades de romperse o fracturarse un hueso. ¡Ten cuidado! Con suerte sólo tendrás que llevar el hueso inmovilizado unas semanas.

Esguince de tobillo. Muy común en la mayoría de deportes donde el pie recibe impacto: running, fútbol, baloncesto, balonmano, trail. Existen distintos grados de afectación y tiene que ser muy agudo para que requiera cirugía. La solución pasa por férula, venda y en algunos casos muletas. La clave: el reposo.

Tendinitis. Se le llama tendinitis a la inflamación de un tendón. Esta inflamación viene provocada, normalmente, por una sobrecarga o sobre esfuerzo. La tendinitis en el codo es común en deportes como el tenis o el golf y es por esa razón que popularmente se conoce como “codo de tenista” o “codo de golfista”, dependiendo si la tendinitis es más interior o exterior. Reposo es el remedio o férula en algunos casos. Raramente se puede llegar a la cirugía.

Esguince de los dedos. Es una de las lesiones más comunes de los deportistas de alto contacto, ya sea con la pelota o con otros jugadores. El rugby, el baloncesto o el judo son algunos ejemplos. Sin embargo, también en otras disciplinas como la escalada es común por la carga que los dedos tienen que soportar. El tratamiento dependerá de la gravedad del esguince.

El uso de productos como mallas de compresión para mujer y para hombre, o medias para la circulación pueden reducir la probabilidad de estas lesiones.

Además, existen dos tipos de lesiones deportivas. Las lesiones agudas ocurren de repente mientras se está jugando o haciendo ejercicio. Las lesiones crónicas ocurren después de practicar un deporte o hacer ejercicio por mucho tiempo. El tratamiento inicial para las lesiones deportivas es con el método RICE: reposo, hielo, compresión (poner presión sobre la herida) y elevación (elevar el área lesionada a un nivel más alto que su corazón).

 

Pero si necesitas que tu lesión sea tratada por los mejores especialistas, solo tienes que confiar en los fisioterapeutas y traumatólogos de Gomermedi, que te ofrecerán el mejor tratamiento. La cirugía es necesaria en ocasiones para corregir tendones y ligamentos desgarrados o posicionar de forma correcta huesos rotos. La rehabilitación es también una parte esencial de la recuperación, para ayudar al área lesionada a volver a funcionar de manera normal. SI necesitas alguna prieba diagnóstica como radiografías o ecografías, en Gomermedi tenemos los mejores equipos y profesionales a tu disposición, para tu comodidad y tranquilidad.

 


Volver a la normalidad es más fácil con la mejor alimentación

Cuando vayas a ir al supermercado, escribe una lista con los alimentos que necesitas. Los nutricionistas de Gomermedi te sugieren incluir frutas, verduras, cereales integrales y buenas fuentes de proteína como lácteos, huevos y pescado; también aceite de oliva, frutos secos y semillas que te aportan grasas saludables a tus comidas.

La acelga o espinaca te aportan magnesio que contribuye al buen funcionamiento del intestino, músculos y sistema inmune. El aguacate aporta grasas saludables para regular el colesterol y proteger el corazón. La zanahoria te da vitamina A para cuidar la visión. El banano te da potasio para el buen funcionamiento de los músculos, y las fresas te dan vitamina C para fortalecer el sistema inmune.

Ponle creatividad a tus platos, prueba creando recetas de comida saludable incorporando alimentos nuevos y frescos en tus preparaciones, que aporten sabor, color y textura. De acuerdo con nuestros nutricionistas, estimulas tus sentidos, obtienes platos más saludables y sales de la rutina.

Consume tus verduras frescas, al vapor o salteadas. Elige frutas frescas para acompañar tus comidas. Prepara al horno, cocido o a la plancha el pescado, pollo o la carne que va en tus comidas. Aprovecha las especias aromáticas como orégano, albahaca, jengibre, pimienta o comino para resaltar los colores, olores y sabores en tus preparaciones en vez de usar en exceso sal para condimentar.

Elige productos ricos en fibra, como legumbres, cereales integrales; arroz, quínoa, hojuelas de avena, frutas y verduras, semillas de chía, ajonjolí, linaza, frutos secos; almendras, nueces, pistachos. Incluir productos con fibra dentro de tus recetas de comida casera no solo te ayudan a darle energía a tu cuerpo si no que también servirá para cuidar tu digestión, ayudar a regular el azúcar y colesterol en la sangre, mantenerte satisfecho más tiempo y evitar picar o comer de más.

 

Elige alimentos ricos en proteína, como el huevo. Este es un ingrediente esencial para construir tus músculos y ayudar al cuerpo a recuperarse cuando sufrimos una lesión o enfermedad. El pescado, pollo, pavo y carnes magras son proteínas de origen animal que debes incorporar en el almuerzo o cena.

Legumbres como frijoles, garbanzos o lentejas son proteínas de origen vegetal que puedes intercalar con las proteínas de origen animal. Los productos lácteos como la leche, el queso y/o yogurt son una perfecta opción para un refrigerio o para el desayuno.

Cada actividad, ejercicio en casa y momento del día cuentan. Sube las escaleras en vez de usar el ascensor en tu casa u oficina, bájate del bus o deja el coche unas manzanas antes y camina. Combina diferentes rutinas de ejercicio y actividades durante la semana como caminar, bailar, montar en bicicleta. Diviértete.

Y si quieres un plan personalizado para tener la dieta que tu cuerpo necesita y según los objetivos que te hayas propuesto al volver de vacaciones, nuestros equipos de endocrinos y nutricionistas te podrán dar el mejor consejo. ¡Hablemos!

 


Vence al tabaco con Gomermedi

Alrededor del 40 % de los españoles de entre 15 y 64 años fuma, según la Encuesta sobre Alcohol y Drogas en España realizada en 2017. Esta es la mala noticia. ¿Y la buena? Que el número de fumadores disminuye desde hace más de dos décadas: esto significa que miles de personas han conseguido dejar de fumar. Puede que no sea fácil, pero los beneficios son tantos que el esfuerzo merece la pena. Y los psicólogos de Gomermedi pueden ayudarte a alcanzar tu objetivo de dejar de fumar.

Y es que hay miles de motivos para dejar de fumar: la principal y más importante de todas, es la salud. Seguro que ya conoces los devastadores efectos que el tabaco tiene sobre tu salud y la de los que te rodean, así que solo te contaremos algunos datos proporcionados por la Asociación Española contra el Cáncer (AECC): el tabaco causa el 30 % de las muertes por cáncer y el 20 % de las producidas por enfermedades cardiovasculares. ¿Sabías que si nadie fumara, enfermedades como el cáncer de pulmón o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica serían extremadamente raras?

 

Si esto no te convence, tal vez sí lo haga saber que la mitad de las personas que fuman regularmente morirán por culpa del tabaco. Si dejas el tabaco, vivirás más (una media de 10 años) y mejor. Existen también otras razones de menor peso, como son las estéticas. Tanto la piel como el pelo se verán mejor, los dientes más blancos, desaparecerá el mal aliento y la ropa ya no olerá a tabaco. Además, cuando te acostumbras a vivir sin tabaco, a la satisfacción por lograr tu meta y no depender de ninguna sustancia se unen otros placeres, como el de saborear una buena comida, ya que recuperarás el olfato y el gusto.

Por último, si fumas paquete al día a 4,85€ cada uno, significa que gastas casi 150€ al mes. Saca tus propias cuentas y haz una lista de lo que podrías hacer con ese dinero. Motivador, ¿verdad? 

Y a ti, ¿qué te mueve a dejar de fumar? Escribe en un papel tus razones para abandonar el tabaco y ponlo en un sitio visible para leerlo cuando tu voluntad flaquee.

 Antes de empezar una terapia para terminar con la dependencia del tabaco, te aconsejamos que te informes, leas artículos y preguntes a amigos que lo han dejado y, sobre todo, pregunta a nuestros médicos y psicólogos de Gomermedi. Es más fácil dejar de fumar con ayuda de un profesional, dado que puede recomendarte el tratamiento farmacológico más adecuado —si lo necesitas—, prepararte para paliar el síndrome de abstinencia y darte apoyo. Durante unos días, anota cada cigarrillo y el momento en que lo fumas (al levantarte, después de comer, al ponerte con el ordenador...). Ve buscando posibles alternativas para sustituirlos, como masticar chicle, comer zanahoria cruda, dar un paseo, salir a correr, beber agua, controlar la respiración...

Cuando por fin te hayas decidido a dejarlo, fija una fecha para dejar el tabaco, informa de ella a familiares y amigos y no la cambies con ninguna excusa. No tengas tabaco en casa. Así te dará tiempo a pensártelo antes de coger un cigarrillo cuando te entren ganas. Rompe con tu rutina habitual, mantente ocupado y distraído: trata de reducir el estrés. Hasta que te acostumbres, evita las situaciones que te incitan a fumar como tomar café o alcohol, salir con amigos que fuman… Cuando aparezcan las ganas intensas de fumar, ponte a hacer otra cosa, ocupa las manos, haz algún ejercicio de relajación. Recuerda que el deseo pasará en unos minutos.

La falta de nicotina vuelve más lento al metabolismo, por lo que puede favorecer el aumento de peso. Además, a veces se sustituye el hábito de fumar por algo de picar, lo que también puede hacer engordar. Para evitarlo, estos consejos pueden serte útiles: reduce 200-300 calorías al día; con eso es suficiente para mantener el peso. Para picotear, come frutas y verduras, caramelos y chicles sin azúcar o refrescos dietéticos. Aleja las tentaciones: destierra de tu despensa los dulces, bollos y aperitivos. Come al menos 5 ó 6 veces al día, pero poca cantidad. Bebe dos vasos de agua antes de cada comida y no bebas alcohol (el mayor representante de las indeseables calorías vacías). Si no lo haces ya, empieza a realizar ejercicio físico. Te ayudará a disminuir la ansiedad, a dormir mejor y a mejorar la autoestima.

Nunca pienses que no eres capaz o que te falta fuerza de voluntad. Cualquier persona puede dejar de fumar, sólo hay que tomar la decisión y poner en marcha las estrategias para conseguirlo. Busca entre los múltiples recursos que existen para ayudarte, como nuestros equipos de profesionales de Gomermedi y no esperes a mañana.

 


Ejercicios Kegel para hombres y mujeres

Los ejercicios de Kegel surgen en los años 40 y consisten en la contracción voluntaria de la musculatura del suelo pélvico; es decir, los músculos que rodean la uretra, la vagina y el ano, con el fin de fortalecerlo y mejorar así disfunciones como la incontinencia urinaria. Estas contracciones las realizamos, por ejemplo, al aguantar las ganas de orinar porque no hay un baño cerca o cuando intentamos retener un gas.

Para hacer bien estos ejercicios, primero debemos sentir todos estos músculos, y para hacerlo, podemos probar con hacer cortes en la orina cuando vamos al baño (tan solo a modo de prueba, para identificar los músculos, nunca como ejercicio). Puede ayudar también enrollar una toalla pequeña y sentarse sobre ella, de forma que nuestro periné contacte con esta superficie y nos sea más fácil identificar su movimiento.

 

También es recomendable hacer estos ejercicios de Kegel con pelota, es decir, sentados sobre un fitball o pelota de pilates. De esta manera aumentamos el contacto de nuestro periné con una superficie (como con la toalla) y, además, potenciamos la activación pélvica gracias al desequilibrio provocado por el fitball.

Pero si nuestros músculos están muy debilitados puede que no seamos capaces de contraer el suelo pélvico de forma voluntaria o, si lo hacemos, que la intensidad de nuestra contracción sea tan leve que apenas logremos percibirla. En estos casos  recomendamos un electroestimulador que contraiga los músculos del periné y ayude a identificarlos y empezar a fortalecerlos. Una vez tengamos claro dónde están estos músculos y seamos capaces de realizar una contracción de los mismos, estaremos listos para empezar nuestro programa de entrenamiento diario.

  

Para comenzar con estos ejercicios, debemos escoger aquella postura en la que contraer los músculos de nuestro suelo pélvico nos resulte más sencillo. Puede ser tumbados boca arriba, de lado o boca abajo si nos cuesta especialmente trabajar esta musculatura. El hecho de estar tumbados elimina el efecto que la gravedad ejerce sobre nuestras vísceras y sobre esa cama elástica que forma nuestra musculatura perineal, facilitándonos la contracción de los músculos. A medida que avancemos en el entrenamiento, podremos realizar los ejercicios en otras posiciones. A cuatro patas, sentados o, incluso, de pie.

Elijamos la posición que elijamos, antes de comenzar con los ejercicios de suelo pélvico Kegel y a contraerlo comprobemos que nuestra columna vertebral está recta y elongada y que nuestra pelvis se encuentra en una posición neutra en el espacio. Esto significa que la curvatura lumbar no esté muy pronunciada (culo pollo) ni borrada (culo plano). La curva lumbar debe ser suave antes y durante la realización de las contracciones musculares. 

En las mujeres hay que realizar una contracción de los músculos que rodean los orificios del periné (ano, vagina y uretra) como si quisieras cerrarlos y elevarlos hacia tu interior. Mientras contraes, sigue respirando de manera natural, no aguantes el aire ni cambies tu patrón respiratorio habitual. Este punto es importante ya que hay que conseguir contraer la musculatura sin alterar la respiración, para más adelante activar nuestro suelo pélvico ante aumentos de presión puntuales como los que producen las acciones de toser o estornudar. Tras cada contracción, relaja los músculos lentamente, dejando que regresen a su posición inicial. Realiza un par de respiraciones antes de volver a contraer.

Para que el método Kegel de tu suelo pélvico sea eficaz debes mantener un breve periodo de descanso entre una serie y otra. Tómate al menos 15-20 segundos de reposo para que tus músculos se recuperen y trabajen adecuadamente. De nada servirá fatigarlos con numerosas contracciones.

Existen algunos errores que se repiten con frecuencia en las mujeres que comienzan a entrenar. Presta atención a cuáles son y evítalos mientras contraes tu musculatura perineal. No empujes hacia abajo cuando contraigas tu suelo pélvico ya que la contracción debe ser hacia arriba, como elevando los orificios hacia el interior de tu cavidad.

No contraigas los glúteos, los aductores ni los músculos rectos del abdomen (esos de la tableta de chocolate) cuando realizas la postura Kegel. El trabajo de los músculos del suelo pélvico debe realizarse de manera aislada, sin la ayuda de esos grupos musculares cercanos. No aguantes la respiración o cambies tu patrón respiratorio habitual cuando practiques este entrenamiento. Simplemente respira de manera normal.

 

Es muy importante que conozcas bien la teoría antes de pasar a la práctica, ya que si realizas la rutina de manera incorrecta, no sólo no mejorarás sino que tu situación puede empeorar. Si te supone un gran esfuerzo saber si localizas los músculos de manera adecuada, o crees que estás realizando mal los ejercicios, puedes consultar a nuestros fisioterapeutas de Gomermedi expertos en suelo pélvico, quienes te guiarán en la localización, entrenamiento y planificación del tratamiento.

Diseña una rutina diaria de entrenamiento y conviértela en un hábito. Estos cinco puntos resumen en qué consiste una tabla de ejercicios Kegel. Cada vez que contraigas tu suelo pélvico, hazlo a la máxima intensidad posible, sin olvidar por ello ninguno de los puntos anteriores (corrección postural, respiración normal, relajación y reposo). Mantén cada contracción entre 3 y 10 segundos. Realiza entre 8 y 12 contracciones, a esto le llamaremos serie. Completa 3 series al día.

Es esencial que poco a poco vayas incrementando la intensidad y la dificultad en las posiciones para obtener mejores resultados. No se trata de contraer el suelo pélvico mientras haces el pino, sino de ir introduciendo el entrenamiento en las posiciones de tu día a día.

En el caso de los hombres, los ejercicios Kegel están indicados para patologías como la disfunción eréctil, la incontinencia urinaria, el prolapso de los órganos pélvicos, el síndrome de dolor pélvico crónico, o disfunciones defecatorias, como urgencia e incontinencia defecatoria y estreñimiento.

 

 

Los ejercicios de Kegel no deben realizarlos todos los hombres como método de prevención de escapes de orina sino que deben realizarlos como prevención de la incontinencia urinaria aquellos pacientes varones que van a ser intervenidos de prostatectomía radical, o de cirugía de hiperplasia benigna de próstata durante 6 semanas antes de ser intervenidos. La realización de estos ejercicios en estos pacientes ha demostrado beneficio en la prevención de la incontinencia urinaria masculina tras la cirugía.

 


Consejos para mejorar la circulación de las piernas

 

El viaje de nuestra sangre por el cuerpo, no siempre es fácil y el corazón hace un gran esfuerzo por enviar la sangre desde los pies, para volver hacia la cabeza, y si las venas han perdido tonificación, este regreso no es fácil, porque es contra-gravedad. Entonces, la sangre se acumula en las piernas causando problemas. Desde Gomermedi, te queremos explicar cómo mejorar la circulación y así poder aliviar molestias, combatir la celulitis, mejorar las venitas marcadas y cómo ganar firmeza para lucir unas piernas más ligeras y bonitas.

Lo primero que te podemos aconsejar es que cuando notes pesadez en las piernas, ponlas en alto apoyando las piernas contra una pared unos minutos o poniéndolas sobre cojines (a mayor altura que de tu cabeza), para favorecer el retorno sanguíneo. Además ejercicios como andar, nadar o montar en bici, son más que recomendables para mejorar la circulación sanguínea en nuestras piernas.

Si pasas mucho tiempo sentado puedes utilizar un reposapiés bajo la mesa de la oficina, y levantarte cada hora 2 min. Por la noche, coloca una enciclopedia entre el colchón y el canapé de los pies de la cama, harás terapia de drenaje linfático sin enterarte. Utiliza un gel para activar la circulación en círculos ascendentes dos veces al día. Son muy efectivos los que contienen mentol, pero están contraindicados en el embarazo.

Acaba las duchas alternando con chorro caliente y a continuación frío para activar la circulación y evitar edemas y molestias. Evita prendas ajustadas porque dificultan el retorno sanguíneo. Los zapatos no te deben apretar y usa un tacón de 2-3 cm. Evita en la medida de lo posible las chanclas, contraes los dedos de los pies y haces fuerza con el tobillo, esto hace que sientas las piernas cansadas. Algunos anticonceptivos o antidepresivos pueden provocar pesadez en las piernas. Consulta a nuestros expertos médicos de Gomermedi.

 

Si estás en la playa, deja que las olas del mar rompan en tus pies. Este es un masaje natural que te aliviará y ayudará a tener unas piernas bonitas. En verano y durante el embarazo la sensación de pesadez aumenta porque los vasos sanguíneos se dilatan haciendo que la sangre se acumule en los tobillos. Aprovecha a darte un masaje dejando que las olas rompan contra tus piernas, para mejorar la circulación.

Para evitar las venitas azules, descruza las piernas para favorecer la circulación sanguínea de las piernas. Si pasas mucho tiempo con las piernas cruzadas aumenta la presión en las venas y se hace difícil el retorno sanguíneo. Estas venitas azules pueden convertirse en varices. Toma sol fuera de las horas de más calor, pues la circulación de la sangre se ve afectada. Es importante que si estás al sol, refresques tus piernas con frecuencia.

También puedes mejorar la circulación a través de la alimentación. Bebe 2 litros de agua al día para estar hidratado y eliminar líquidos más fácilmente. Incluye infusiones calientes o frías. Evita la sal. El exceso de sal hace que retengas líquidos. Condimenta tus platos con especias. Los alimentos precocinados, los embutidos o ahumados contienen mucha sal.

  

Recurre a flavonoides, de efecto antinflamatorio y antioxidante, y se encuentran en los pigmentos que dan color a frutas y verduras. Un refrescante batido de frutos rojos, limón o naranja y manzana te aportará flavonoides, vitamina E y vitamina C, que mantienen el tono venoso. Las semillas de uva también tienen un alto contenido en flavonoides y antioxidantes, fortalecen las paredes de las venas y mejoran la circulación sanguínea.

Por último, alimentos diuréticos como la piña, la sandía, los espárragos, la alcachofa y la remolacha contienen vitamina K, calcio y potasio, mejoran la fluidez de la sangre y favorecen la eliminación de líquidos. El picante presente en la cayena o el chile combate la inflamación de las arterias. También contienen vitaminas A y C que refuerzan las paredes de los vasos sanguíneos. A la hora de cenar, mejor proteínas, con alimentos bajos en grasa y ricos en proteínas como pescado, pollo, huevo, carnes magras, que ayudan a que el organismo sintetice albúmina y así evitar la retención de líquidos.

 

 

Y si tienes alguna duda o consulta sobre cómo mantener tu circulación en perfecto estado, ven a vernos, te daremos el mejor diagnóstico y tratamiento. ¡Feliz verano!