En el verano las rutinas se hacen más laxas y tendemos a descontrolar las agendas, organizaciones y también la alimentación y la bebida. Esos cambios drásticos pueden afectar a nuestra salud, sin ser conscientes de lo que supone para nuestro cuerpo. Por eso, desde Gomermedi queremos darte algunos consejos para que el verano lo disfrutes al máximo, cuidando adecuadamente tu alimentación.

Olvídate de dietas milagro o de realizar la operación bikini de todos los años. No hay nada milagroso y rápido que haga que pierdas los kilos que quieras perder. Consulta a nuestros nutricionistas que te guiarán en todo momento para que sepas cuál es tu peso ideal, cómo alcanzarlo y haciéndolo de la manera más sana y recomendada para tu cuerpo. Nunca confíes en las dietas milagro que tienen un alimento estrella y eliminan otros, prometen resultados rápidos y fáciles, puedes llevarlo a cabo tú mismo, sin necesidad de la supervisión de un profesional, tienen testimonios de personas que lo han hecho. y que vienen acompañados de suplementos o batidos que debes comprar.

 

Come de manera sana durante todo el año y no te hará falta hacer una dieta milagro para el verano.

Si quieres conocer si estás en tu peso ideal, más que mirar la báscula, mira tu composición corporal, esto es, el porcentaje de grasa y masa muscular, antes que el peso. Planifica tus comidas llevando un orden, para que tu alimentación no sea un caos. Si nos vamos a la playa, venimos del trabajo o terminamos de estudiar y no tenemos nada pensado para comer, siempre recurrimos a las comidas rápidas y fáciles de hacer, y estas normalmente son de peor calidad (pasta, pizzas, hamburguesas…). La idea no es tener una dieta tal cual la conocemos y tenemos en mente, sino escribir de manera general qué podemos comer en cada uno de los días. Así tenemos mejor organización, no sólo con las comidas que hagamos si no también con la lista de la compra y los gastos que hagamos en el supermercado.

Y es que una buena alimentación comienza a la hora de elaborar nuestra lista de la compra. Hacerlo de manera inteligente y sabiendo qué compramos, es fundamental para cuidarnos, no sólo en verano sino también durante todo el año. Prepara la lista de la compra previamente en casa sabiendo lo que es necesario comprar y lo que no. Si vamos al súper sin saber qué comprar, normalmente metemos en el carro alimentos poco recomendados y que realmente no son necesarios en nuestra despensa. Haz la compra después de comer. Si hacemos la compra justo antes, tendremos más apetito y compraremos alimentos «para picar» mientras hacemos la comida. Compra alimentos mínimamente procesados. Con esto nos aseguramos reducir la cantidad de azúcares añadidos.

 

Lee las etiquetas para saber qué comprar. Una alimentación saludable comienza en nuestra cesta de la compra: si está cargada de productos ultraprocesados y con ingredientes de mala calidad, nuestra alimentación será exactamente igual. Leer las etiquetas de los productos que compramos nos ayuda a saber la calidad de los mismos. Debemos saber que los ingredientes aparecen por orden de cantidad, por lo que si en una lista vemos en los primeros puestos el azúcar (o derivados), harinas que no sean integrales o grasas de mala calidad, ese producto es poco recomendable.

Tu nevera es una gran aliada para conservar mejor los alimentos, y tenerla organizada, hará que nuestra alimentación también mejore, pues la aprovecharemos mejor y nuestros alimentos estarán mejor conservados. La parte más fría de la nevera es la parte media de la misma. Aquí es donde dejaremos las carnes y los pescados. La parte inferior de la nevera es la zona templada. Aquí podremos colocar las frutas y las verduras. En la zona superior pondremos los lácteos. En la puerta, que es la zona menos fría, debemos poner aquello que no necesite tanto frío para su conservación, como las bebidas, las mermeladas…

 

Y para lo que esté en fuera de nevera, lo que guardamos en la despensa, también debe haber una cierta organización para disfrutar de una correcta alimentación. Así, por ejemplo, las conservas de legumbres deben ser un imprescindible en nuestra despensa porque gracias a ellas podemos hacernos un guiso, una ensalada, hummus… Son alimentos muy socorridos que nos sacan de un apuro y además son muy buenos. También podemos incluir cereales integrales como la avena, la espelta, el centeno, el trigo… Son un buen recurso para hacer un porridge, pan casero… Las latas de pescado natural o en aceite de oliva también son un buen aliado, así como los encurtidos, las latas de pescado... ricos en sal, por lo que debemos tener un poco más de cuidado. Para una ensalada o un picoteo a media tarde pueden ser perfectos. Los frutos secos y la fruta desecada son también imprescindibles en nuestra despensa. Opta por los frutos secos naturales o tostados y que la fruta desecada no tenga azúcar añadido. Son perfectos para cremas, ensaladas, picoteos de media tarde…

 

Y si quieres conocer aún más cómo cuidarte no solo en verano, sino todos los días del año, consulta a nuestro experto equipo de nutricionistas que te guiarán a una pauta perfecta de alimentación. ¡Estamos para cuidar de tu salud!